El IIC de Barcelona se complace en presentar la proyección de: «Enrico Caruso: il più grande cantante del mondo», documental dirigido por Giuliana Muscio y producido por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de Italia
La proyección será presentada por la directora.
El documental narra la experiencia americana de Enrico Caruso, con materiales raros y un nuevo enfoque, capaz de revelar la modernidad de su relación con los medios (prensa, industria musical y cine) y el papel que ha tenido su éxito en el cambio de imagen de los inmigrantes italianos en los Estados Unidos.
La película utiliza fotografías y documentos de la colección donada por Dorothy Benjamin, la esposa estadounidense de Caruso, al Instituto Peabody de Baltimore, de la vasta colección del Metropolitan Opera Archive, del Museo Enrico Caruso de Villa Bellosguardo (Florencia) y de películas caseras rodadas por familiares del director Giulio Setti, conservada en la Fondazione Ansaldo, así como noticiarios y la película muda My Cousin (1918), recientemente restaurada por la Cineteca di Bologna.
La industria discográfica nació gracias a su voz, cuando, en Milán en 1902, acordó grabar unas arias con Fred Gainsberg de la Gramophone and Typewriter Co. Los discos de Caruso, escuchados en el Metropolitan, le valieron al cantante la oferta de un fabuloso contrato. Caruso cantó en el Metropolitan (que debe su fama a su popularidad) durante 17 temporadas. Desde ese prestigioso escenario revolucionó la forma de cantar ópera. Con sus excepcionales dotes como intérprete, introdujo el Verismo (Naturalismo) tanto en la actuación como en la expresividad de su canto, rechazando el virtuosismo y la interpretación amanerada tradicional, contribuyendo así a trasladar la ópera del público de clase alta a la cultura de masas. Además, las óperas que interpretó produjeron una identificación general de la ópera como italiana.
En Nueva York firmó un contrato con Victor Talking Machine, convirtiéndose en su testimonio para llevar la ópera a los hogares de la clase media estadounidense y de todo el mundo. Caruso fue el primer cantante en vender un millón de discos con Vesti la giubba de I Pagliacci. Entre 1904 y 1920 ganó casi dos millones de dólares solo con la venta de sus discos. A partir de 1909 también grabó canciones napolitanas, legitimando la identificación de la música popular partenopea como expresión del espíritu italiano y creando un público popular y cosmopolita para su voz.
Con creciente interés, la prensa estadounidense siguió su carrera, sus giras y hasta su estilo de vida, construyendo la figura mítica de un cantante para quien se construyeron teatros en la selva y una fama que el tiempo no ha disminuido. Caruso aparecía a menudo en los periódicos, en artículos con titulares en letras grandes y fotos que lo mostraban cada vez más cómodo con las poses, a veces bromeando con el fotógrafo. También apareció en cómics y publicó sus caricaturas artísticas, nada amateur, tanto en periódicos italianos como estadounidenses.
Su personalidad rompió la distinción entre la esfera pública y la privada: los periódicos presentaban a su familia pero también los escándalos que lo involucraban (como el «escándalo del zoológico» de Nueva York y la fuga de su pareja Ada Giachetti con su chófer).
Caruso también fue una estrella de cine, apareciendo con frecuencia en noticiarios, y en 1918 protagonizó dos películas, My Cousin y The Splendid Romance, con una madurez asombrosa y un contrato sobresaliente de 200.000 dolares. En My Cousin interpreta tanto a un tenor de éxito como a un primo pobre, inmigrante en Little Italy, lo que confirma su empatía por el mundo de la emigración italiana. Como «italiano en el extranjero» en Nueva York, Caruso frecuentó a artistas de la escena inmigrante, como Cesare Gravina (más tarde uno de los actores favoritos de Eric von Stroheim) y William Ricciardi, el fundador de la Academia de Música de Brooklyn, quienes participaron en el rodaje. Caruso interpreta a los dos personajes de diferentes maneras: humor benévolo para el primo y auto ironía para el tenor. Pero detrás de My Cousin hay un misterio porque existen diferentes versiones de la película. Su actuación fue muy elogiada por la crítica cinematográfica, pero la película desapareció y su memoria quedó prácticamente borrada. El documental trata de explicar por qué.
Durante la Primera Guerra Mundial, Caruso participó en múltiples actividades de recaudación de fondos, tanto a favor de asociaciones italianas como americanas, con actuaciones espectaculares, documentadas por noticiarios. Además, compuso Liberty Forever para apoyar la venta de bonos de guerra y grabó Over There, la canción estadounidense más famosa de la Primera Guerra Mundial. En este patriotismo abierto, Caruso completa el proceso de identidad de un «italiano en el extranjero», reconociendo los lazos con la patria y con el país de acogida.
En el final de My Cousin el “tenor” visita a su primo en Little Italy, reconociendo así su parentesco, el lazo de sangre con el país donde nació, pero llega con su costoso auto, que simboliza el éxito que tuvo en Nueva York, todo en un ondear de banderas americanas e italianas. Caruso fue portador de una moderna cultura napolitana del entretenimiento, un gran comunicador y «un emigrante exitoso», conquistó las Américas y se convirtió en leyenda.