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FARE CINEMA – II SETTIMANA DEL CINEMA ITALIANO NEL MONDO

Italia detiene una grande tradición de cine de calidad, es el país que ha ganado el mayor número de Óscar en la categoría “mejor película de habla no inglesa”, y su producción cinematográfica contemporánea está apoyada siendo parte fundamental de la promoción de la marca Italia en el mundo.
Fare cinema: la iniciativa tiene como objetivo la promoción en el extranjero de la producción cinematográfica italiana de calidad, con el soporte de la red diplomática consular y de los Institutos Italianos de Cultura. Un proyecto ambicioso que, en colaboración con el MIBACT, está basado en una estrategia plurianual y en el trabajo de equipo con las entidades públicas y privadas del sector cine, en particular Anica e Instituto Luce Cinecittà.
Fare cinema es parte de las actuaciones previstas por el plan de promoción integrada Vivere ALL’italiana, en cuyo ámbito el cine representa uno de los ejes prioritarios.
I mestieri del cinema: 100 testimonial en 100 ciudades – la segunda edición de “Fare Cinema”, como en la primera edición, este año también un importante papel está dedicado a las profesiones del cine, es decir a todos aquellos profesionales – actores, directores, guionistas, directores de fotografía, escenógrafos, expertos de vestuario, maquillaje, montaje, efectos especiales etcétera – que componen la compleja máquina de la producción cinematográfica y que, delante o detrás de la cámara, contribuyen al éxito de nuestro cine en Italia y en el extranjero. 100 testimonial/embajadores del cine en 100 ciudades hablarán del cine italiano mediante conferencias, encuentros con el público, seminarios, cuentos y experiencias de un trabajo diario hecho de pasión, creatividad y grandes capacidades técnicas.

Esta II semana del cine italiano en el mundo el Istituto Italiano di Cultura di Barcellona ha pensado de homenajear al cine femenino , en colaboración con Istituto Luce-Cinecittà y Cinema Verdi.

 FEMENINO PLURAL – EL NUEVO CINE ITALIANO

En primer lugar, los números. Basándose en los datos comunicados en 2018, parece que en Italia alrededor del 12% por año de películas está dirigido por mujeres. La cuota de títulos que llegan a los cines es inferior: 9.2%. Los datos franceses (2012) indican que el 26,5% de la producción anual esta dirigida por mujeres. Los datos europeos recopilados por Euroimages (2015) muestran una proporción de género del 24%. Estos son los números de la dirección, frente a los otros, imposibles de recopilar pero evidentes, que ven al público femenino al menos como la mitad de las entradas vendidas en los cines.

La participación en los principales festivales internacionales ofrece un panorama diferente: las dos últimas ediciones de Cannes y Berlín presentaron 2 películas dirigidas por mujeres de un total de 5 largometrajes italianos seleccionados, mientras que en Venecia hay, aproximadamente, 12 largometrajes de directores y 5 de directoras .
Está claro que el cine femenino se expresa en formas más autoriales, artísticas. Pero hay un truco: son películas que cuestan menos. Todavía nadie en Italia invierte en producción y promoción en propuestas comerciales, películas para familias o Navidad, presentadas por  mujeres. El nicho está bien pero el mercado no tanto. Eso no significa necesariamente Cine B, sino que puede significar expandir los contenidos hacia el público femenino, difundir ideas, proponer nuevos modelos, en resumen, ingresar en un imperio masculino, y con frecuencia en un imperio machista. No es casual que casi todas las secretarias de edición de los sets sean mujeres.
En Italia, en el penúltimo lugar en Europa para las cotas femeninas en la dirección, el camino es largo y, en este momento, cuesta arriba.
Pero la buena noticia es que el 12% es mucho si se piensa que durante décadas solo hubo dos directoras italianas conocidas en el mundo, Liliana Cavani y Lina Wertmuller, y que en 2010, de las 122 películas italianas estrenadas en cines, solo dos tuvieron dirección femenina.
En el cine, presente y futuro, se mueven rápidamente, no solo por los efectos especiales, sino porque una producción de hoy ya es una película de mañana. Por eso nos sentimos particularmente orgullosos de que el Oscar europeo al mejor cortometraje, el premio al futuro, haya sido otorgado a una realizadora de cortometrajes italiana, Sara Fgaier, en la última edición de diciembre de 2018.

Carla Cattani

  • Organizado por: IIC Barcellona